Los parques eólicos no son zonas de recreo, son instalaciones industriales

Pese a que el acceso a los parques eólicos es libre, no son zonas de recreo sino instalaciones industriales, por lo que las empresas propietarias advierten a los visitantes que es desaconsejable aproximarse a ellos por el riesgo que comporta, incluso en muchos casos encontramos carteles que prohíben la entrada a los mismos.

El eufenismo de "los molinos de un parque eólico" oculta que realmente son aerogeneradores que de  una central eólica eléctrica, es decir una planta industrial.


Parque Eólico de Pradas de la Sierra en el Bierzo propiedad de la empresa EDP en el que se especifica claramente  "Prohibido el paso a todo el personal ajeno a la instalación"

 

Los riesgos más frecuentes que podemos encontrar en un parque eólico son:

Peso de las palas de un aerogenerador en función de su longitud

 
  • Caidas y electrocución:  los parques eólicos están cruzados con zanjas y arquetas por las que pasan los cables de media tensión de evacuación de la energía. es frecuente encontrar cables fuera de las conducciones y tapas de registro removidas o rotas, lo cual es un peligro de accidente.

De hecho en los anuncios que realizan  las empresas eléctricas en los que aparecen los empleados hablando de ellos siempre aparecen con casco, y no es un tema de atrezo, es por que su uso es obligatorio dentro de un parque eólico, al ser una zona industrial.

A ello hay que añadir las molestias que producen los aerogeneradores en forma de ruido y parpadeo de la luz (Impacto por Sombras móviles o Shadown Flickers) en una zona más o menos extensa a su alrededor, que va desde los centenares de metros a más de 1 km (Considerada en muchas legislaciones como área de afección del parque). 

Los shadows flickers se ven a una distancia de hasta 10 veces el diámetro del rotor, si el rotor tiene 150m, hablamos de 1,5 km y son molestas a las personas  que por esta y otras contaminaciones experimentan una experiencia desagradable que evitan en sus actividades de aire libre como el senderismo o las carreras en montaña, y a los animales, de los que se ha detectado una especial incidencia sobre los caballos lo que imposibilita los paseos a caballo por dichas zonas.

Y aunque no son muy frecuentes las torres se caen como en el caso de Lucillo en Leon, de la misma forma que las palas se rompen y caen enteras o a trozos. 

 

 «yes, but not in my trekking trail»

 

Ver también en STOP eólicas:

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